Todas las bebidas de Japón ya están en Madrid
Ya es posible degustar las novedades de la Kirin Kitchen sin meterse en un avión.
Van proliferando en España las tiendas de productos japoneses que traen hasta aquí lo que antes sólo era posible comer o beber en Tokio o en Osaka.
A los socios de Kanpai!, más allá de los viajes de trabajo, también nos gusta irnos lejos por el mero placer de hacerlo. De todos los destinos turísticos posibles que ofrece el mundo, hay uno que nos tiene subyugados desde hace muchos años y por eso hemos repetido varias veces. Japón (y últimamente Corea también).
En nuestros viajes a Japón —y lo mismo da que aterricemos en Narita, en Haneda o en Kansai—, antes incluso de validar nuestro Japan Rail Pass, repetimos siempre el mismo ritual: acudimos a la máquina vending que nos pille más a mano y, de entre toda la plétora de novedades siderales que esas máquinas ofrecen, elegimos siempre una bebida concreta, una de la marca Kirin Kitchen (el laboratorio de innovación de la cervecera japonesa). Se trata de una botella blanca que contiene un agua con zumo de lichi y una pizca de sal. La sal ejerce su efecto de potenciador natural del sabor e intensifica la impronta aromática y perfumada del lichi. Sensación refrescante, exotismo y ligereza sin nada de alcohol. Pura tendencia. Esa agua con un sutil toque de sal y lichis ha sido la primera sensación en boca de todos nuestros viajes a Japón.
Sugoi Station, una tienda de productos japoneses en el corazón de Madrid.
Muy lejos de Japón está la calle Leganitos de Madrid. Fue en esa céntrica calle donde se nos hace ya unos meses el Sugoi Station y así lo dejamos entrado en nuestro Linkedin. El Sugoi Station de Leganitos es un establecimiento fiel reflejo de los conbini nipones, un espectáculo de surtido de refrescos, mochis, udon, soba y ramen instantáneos y muchas otras cosas aún por decodificar. Allí fuimos a ojear novedades. No hizo falta ni entrar para darnos de bruces en el escaparate con una máquina vending que recordaba vagamente a las de los aeropuertos y las estaciones japonesas. Y, arrumbada en una esquina, estaba ella, la inconfundible botella blanca de agua de lichis con pizca de sal de la Kirin Kitchen. Ni que decir tiene que nos compramos una y la bebimos del trago. Un trago de nostalgia a trescientos metros de Plaza de España. Después del Sugoi nos hemos encontrado tiendas con productos japoneses en otras calles de Madrid: en Raimundo Fernández Villaverde o en la siempre en tendencia calle Fuencarral.
Se nos queda excelente sabor de boca y una sensación amarga, porque a la alegría que suponía poder encontrar el líquido preciado de nuestros viajes a Japón en pleno centro de Madrid le acompañaba la duda de si llegará el día en que no haga falta ir a otros sitios a descubrir novedades. El día en que todo esté ya aquí, al alcance de unas cuantas paradas de metro.
Porque, ¿la globalización era esto?
Si quieres saber más sobre tendencias de consumo en Japón u otros mercados no dejes de preguntarnos. Nuestras señas están aquí mismo.
No Comments